«No pido favores para mi sexo. Todo lo que pido de nuestros compañeros es que quiten sus pies de nuestros cuellos».
Ruth Bader Ginsburg
Cuando se habla de Ruth Bader Ginsburg (conocida como RBG), se evoca a una de las mujeres más representativas de Estados Unidos, luchadora discreta y no por ello menos contundente, que logró transformar la legislación estadounidense en favor de los derechos humanos.
Personalidades que representan a distintos sectores, desde la música, la política, los grupos feministas, la comunidad LGBTTTI, incluso personas que habitan en Washington, D.C., se volcaron a rendir un homenaje, tanto por medios digitales como en las afueras de la Suprema Corte, a la mujer que dedicó su vida a construir un país más igualitario.
En el año de 1972 cofundó el Proyecto de los Derechos de la Mujer en la ACLU (American Civil Liberties Union/ Unión Americana de las Libertades Civiles). El objetivo de ese espacio era cambiar las leyes para garantizar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
RBG nació el 13 de marzo de 1933 en Brooklyn, Nueva York. Fue hija de migrantes judíos. Su madre la impulsó a estudiar y a interesarse por la lectura, y, según se cuenta, pasaba mucho tiempo en debates con ella. RBG decidió estudiar Derecho en la Universidad de Harvard y fue una de las nueve mujeres de una generación de quinientos cuarenta y un hombres a quienes el Decano les pidió argumentar por qué ellas debían ocupar el lugar de un hombre en esa institución.
De la Universidad de Rutgers a la Suprema Corte
Pese a haberse graduado con honores, tuvo muchas dificultades para lograr ejercer la abogacía, porque no se contrataban mujeres abogadas en esa época; logró conseguir una posición como profesora en la Universidad de Rutgers, y a partir de ese cargo, Ruth comenzó su carrera, seguramente sin imaginar el legado que estaba comenzando a construir.
En el año de 1972 cofundó el Proyecto de los Derechos de la Mujer en la ACLU (American Civil Liberties Union/ Unión Americana de las Libertades Civiles). El objetivo de ese espacio era cambiar las leyes para garantizar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Ruth Bader Ginsburg comenzó a utilizar el término género en sustitución a sexo, para quitar las “confusas” connotaciones que representaba la palabra.
De la abogacía, por una nominación del presidente Jimmy Carter, pasó a ser parte del Tribunal de apelaciones en el Distrito de Columbia, desde donde siguió fortaleciendo su trabajo. Se construyó la fama de ser centrista, incluso varias veces votó de la mano con los conservadores. Un ejemplo de esto es su postura de no escuchar el caso de discriminación que presentó un soldado que argumentaba haber sido dado de baja por ser gay.
En 1993, el presidente Bill Clinton la nominó para ocupar un lugar en la Suprema Corte, y el Senado aceptó dicha nominación 93 a3. Con su arribo, se convirtió en la segunda mujer en llegar al más alto tribunal estadounidense. Mientras la Corte comenzó a volverse más conservadora, Ruth Bader Ginsburg comenzó a tener una postura cada vez más progresista.
Cuando se habla de Ruth Bader Ginsburg (conocida como RBG), se evoca a una de las mujeres más representativas de Estados Unidos, luchadora discreta y no por ello menos contundente, que logró transformar la legislación estadounidense en favor de los derechos humanos.
Los casos más relevantes de RBG
Sin lugar a duda, los esfuerzos de Ruth Bader Ginsburg estuvieron puestos en representar o favorecer casos que buscaran la igualdad, estipulada en la Decimocuarta Enmienda, y esto se convertiría poco a poco en su sello de distinción.
RBG asumió que una de sus misiones dentro de la Corte era “educar” a sus colegas que eran hombres blancos, mismos que consideraban que su mirada de la realidad era la correcta.
Estos casos pueden dar referencia clara del trabajo que desarrolló a lo largo de su carrera judicial:
Susan Struck: Era parte de la Fuerza Aérea cuando quedó embarazada en 1970. En ese tiempo no se permitía que las mujeres en el ejército estuvieran embarazadas, por lo que, si deseaban continuar en él, debían abortar. Susan se negó a hacerlo, y Ruth Bader Ginsburg la ayudó a armar su caso, se argumentó que Struck fue víctima de discriminación de género, ya que los soldados varones que dejaban mujeres embarazadas o eran padres, no eran obligados a dejar el ejército.
La Corte aceptó escuchar el caso en 1972, y el Departamento de Defensa se retractó de su intento de despedir a Susan Strcuk por su embarazo.
En el caso Weinberger vs. Wiesenfeld, defendió a Stephen Wiesenfeld, viudo que se quedó a cargo de su bebé. Él solicitó el apoyo de Seguridad Social y este le fue negado, puesto que esos programas estaban destinados únicamente a las mujeres. Este caso falló de manera unánime en favor del cliente de Ruth, gracias a la argumentación que apelaba a una irracionalidad en las distinciones que la ley hacía entre hombres y mujeres.
En otro famoso caso, Sharon Frontiero, teniente de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, trató de obtener beneficios para su esposo como “dependiente”; su solicitud fue negada. La Suprema Corte encontró inconstitucional una ley federal que requería diferentes criterios para que los cónyuges masculinos de militares recibieran beneficios, a diferencia de las esposas.
También está el caso United States vs. Virginia, donde se anuló la política de sólo admitir a hombres en el Instituto Militar de Virginia. En este caso Ruth Bader Ginsburg argumentó que ninguna ley o política podía negar a las mujeres “la ciudadanía plena, la misma oportunidad de aspirar, lograr, participar y contribuir a la sociedad en función de sus talentos y capacidades individuales”.
El legado que dejó RBG ha transformado la vida de miles de personas porque logró poner en el centro de la discusión la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. Así que ojalá que haya podido llevarse su “collar disidente” con ella, ese que lograba mostrar a la hora de argumentar su postura en la Corte. Sin duda nos hará falta su voz.
En el caso Ledbetter vs. Goodyear Tire & Rubber Co, Lilly Ledbetter demandó a Goodyear al enterarse que la compañía le pagó, por diecinueve años, una compensación menor que a la de sus colegas hombres. Ganó el caso ante un tribunal federal, la compañía apeló y llegó hasta la Corte. Ahí, el fallo no fue a su favor porque se argumentó que la denuncia se hizo fuera del límite de tiempo. Ruth argumentó que sus colegas fueron indiferentes a la discriminación salarial y, pese a que la demanda no prosperó en ese momento, años más tarde el Congreso aprobó una ley denominada Ledbetter, en honor a Lily Ledbetter, la cual reconoce la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
Finalmente, podemos recordar el caso Obergefell vs. Hodges, en donde Ruth Bader Ginsburg fue parte de quienes aprobaron la legislación por la cual la Suprema Corte permitía el matrimonio entre parejas del mismo sexo a nivel federal.
El futuro de la Corte
Ruth Bader Ginsburg le confesó a su nieta que deseaba no ser reemplazada hasta que el nuevo presidente llegara a la Casa Blanca; sin embargo, al parecer este deseo no será escuchado por Donald Trump, con aspiraciones de reelección y quien intenta llenar el espacio de la gran RBG con la conservadora Amy Coney Barret. Si esto llega a ocurrir, los avances en legislación en favor de los derechos humanos en Estados Unidos sin duda estarán en riesgo.
El legado que dejó RBG ha transformado la vida de miles de personas porque logró poner en el centro de la discusión la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. Así que ojalá que haya podido llevarse su “collar disidente” con ella, ese que lograba mostrar a la hora de argumentar su postura en la Corte. Sin duda nos hará falta su voz.
Mucha luz en tu camino entrañable, Ruth Bader Ginsburg.
Boliviana-mexicana; feminista, mamá de un adolescente, melómana, amante de los conciertos y el fútbol. Etnóloga por la Escuela Nacional de Antropología e Historia con estudios de maestría en Desarrollo Humanos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Argentina. Defensora de derechos humanos, ha trabajado principalmente derechos de las mujeres y derechos culturales en distintos espacios, desde la sociedad civil y el servicio público.
Qué orgullo hermanita😁
Que importante saber la historia de mujeres que lograron grandes cambios para nosotras y una inspiración para seguir luchando por esa igualdad.
Conocer la historia de mujeres como Ruth Bader Gingsburg, nos dan la posibilidad de ver cómo la lucha por la igualdad es una apuesta que debemos seguir persiguiendo, ella lo hizo toda su vida ¡Saludos!
Días gran mujer, realmente no trabaja por un género, si no por la humanidad
Así es Ricardo, Ruth trabajó toda su vida en favor de la igualdad, por eso era tan importante quien la sucediera en el cargo, lamentablemente el perfil de quien quedó no nos da mucha esperanza para seguir construyendo en favor de los derechos humanos ¡Saludos!