“Podré ser la primera mujer en ocupar este cargo. Pero no seré la última”

Kamala Harris.

Siguiendo con la frase dicha por Kamala en su discurso como vicepresidenta electa, me atrevería a decir que no sólo la miran las niñas en Estados Unidos, por lo que ella ha logrado, después de que hace cuatro años los estadunidenses eligieron a un presidente misógino y xenófobo: muestra la necesidad de generar otro tipo gobernantes. Al menos ese es el mensaje que se mandó en el país de las barras y las estrellas.

Opal Lee, exmaestra y activista de Fort Worth, Texas, pudo celebrar en 2008 la toma de posesión del presidente Barack Obama; en 2020, pese al riesgo de salud por la pandemia del SARS-CoV-2 que atravesamos, Lee, de 94 años, no quiere perderse la oportunidad de poder ver a Kamala Harris: Quiero poder contarles a mis tataranietos cómo se sintió ver a una mujer ser vicepresidenta, sólo tengo que ir”, así se lo hizo saber al New York Times.

Es que no todos los días se ve llegar a una mujer afro-estadounidense con ascendencia indo-jamaiquina a la vicepresidencia del país más poderoso del mundo.

Kamala Harris nació y creció en Oakland, California. La lucha por los derechos civiles jamás fue ajena a su historia. Su madre y su padre se conocieron en una manifestación reivindicando estos derechos, y, tanto ella como su hermana Maya, fueron parte de varias de estas demostraciones públicas; su cercanía con la realidad del país impulsó sin duda su camino.

En 2016, Kamala Harris se convirtió en la segunda senadora afro-estadounidense en ocupar un curul. Si tomamos en cuenta que el Congreso de Estados Unidos fue creado en 1788, es claro por qué es relevante la carrera que Harris emprendió.

Harris obtuvo sus estudios universitarios en la Universidad de Howard y en la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California se convirtió en Juris Doctor. Se desempeñó como Fiscal en el condado de Alameda y San Francisco, y, posteriormente, fue electa Fiscal de Distrito de San Francisco para después asumir el cargo de Fiscal General de California. Fue la primera mujer afro-estadounidense en esa posición. En 2016, Kamala Harris se convirtió en la segunda senadora afro estadounidense en ocupar un curul. Si tomamos en cuenta que el Congreso de Estados Unidos fue creado en 1788, es claro por qué es relevante la carrera que Harris emprendió.

Señor vicepresidente, estoy hablando”

La campaña electoral estuvo llena de exabruptos, desinformación y no podían faltar los debates. Después del primer debate presidencial, del cual no se logró construir mucho, fue el turno del vicepresidente Mike Pence y Kamala Harris. Su debate estuvo marcado por dos acontecimientos, la mosca en la cabeza de Pence y el reiterado “señor vicepresidente, estoy hablando” de Harris; frase con la que muchas mujeres nos identificamos, pues en los espacios laborales es muy frecuente ser interrumpidas por nuestros colegas hombres, ya sea para descalificar lo que estamos diciendo o para “explicarnos cosas” que ya sabemos, el famoso mansplaining.

Y es que, queridas y queridos lectores, ser mujer en un mundo acostumbrado a mirar con ojos masculinos es todo un reto. Seguramente algunos pensarán que podemos pecar de exagerar estas situaciones, pero dense la oportunidad de preguntarle a las mujeres que tienen cerca cuántas veces han sido interrumpidas en una junta de trabajo o cuántas veces les han “explicado cosas”, y puede que vean que no exageramos. Kamala Harris potenció en ese debate la sensación de miles de mujeres. Las redes sociales mostraban comentarios tales como “Me voy a comprar una camiseta con la frase ‘Estoy hablando’ para llevar a mis reuniones en el trabajo”.

Los grandes retos de Kamala Harris

Romper los techos de cristal, no solamente implica para las mujeres una lucha a contracorriente:  significa tener que demostrar doble o triplemente por qué estamos en el lugar que estamos. Kamala Harris, carga, además de ser mujer, su origen étnico, algo no menor en un país que lleva siglos luchando contra el racismo.

La expectativa de lo que debe hacer desde la vicepresidencia es muy grande, no podemos olvidar el asesinato de George Floyd en manos de la policía y el #BlackLivesMatter que volvió a cobrar fuerza tras este indignante hecho. No se puede negar la desigualdad en la que se encuentra la población afro-estadounidense y cómo esta también se acentuó con la pandemia, donde las muertes por COVID-19, en comparación con la población blanca, han sido significativamente mayores.

La expectativa de lo que debe hacer desde la vicepresidencia es muy grande, no podemos olvidar el asesinato de George Floyd en manos de la policía y el #BlackLivesMatter que volvió a cobrar fuerza tras este indignante hecho.

Pero no sólo es la población afro-estadounidense la que tiene los ojos puestos en la nueva vicepresidenta, también la población latina con temas sobre la migración, empresas latinas, preservar la atención médica con cobertura bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precios, son temas que se trataron en campaña y que deberá reivindicar durante su mandato.

Finalmente, a la par de los temas abordados párrafos arriba, en la agenda de la vicepresidenta electa están: la educación, principalmente el salario de maestras y maestros; igualdad salarial; justicia penal; y cambio climático.

Más de una persona se ha preguntado si la vicepresidenta de Joe Biden se convertirá en su sucesora, y bueno, es inevitable pensar en esa posibilidad por la edad de Biden, con 78 años cumplidos al asumir la presidencia.

Kamala Harris, ¿presidenta 2024-2028?

Más de una persona se ha preguntado si la vicepresidenta de Joe Biden se convertirá en su sucesora, y bueno, es inevitable pensar en esa posibilidad por la edad de Biden, con 78 años al asumir la presidencia. Además, durante la campaña electoral, algunas personas allegadas al ahora presidente, comentaron que se trataba de un presidente de transición, esto para lograr fortalecer a Kamala Harris de cara al 2024.

Seguramente podríamos hablar de varias decisiones que Harris tomó a lo largo de su carrera con las cuales no necesariamente estaríamos de acuerdo. No existe la perfección en la función pública; sin embargo, logró romper todos los estereotipos dentro de los cuales se han encasillado a las mujeres: primera Fiscal General en California, segunda mujer afro-estadounidense en ocupar una curul en el Senado, será la primera vicepresidenta mujer, entonces ¿podemos imaginarla como la primera presidenta de los Estados Unidos? ¿Por qué no? Se vale soñar.

Seguramente podríamos hablar de varias decisiones que Harris tomó a lo largo de su carrera con las cuales no necesariamente estaríamos de acuerdo. No existe la perfección en la función pública; sin embargo, logró romper todos los estereotipos en los cuales se han encasillado a las mujeres.

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